SCOCIA ES conocida en muchas lugares por ser la patria del whiski o del golf, por tener trajes masculinos basados en una falda y gaitas, y también por “Nessie”, el mounstruo acuático inhallado más famoso del globo.

Constantemente multitudes de visitantes arrivan al Loch Ness, no tanto atraidos por su belleza física o arquitectónica, sino buscando avistar al supuesto plesiusario que vive bajo sus aguas. ‘Nessie’ ha sido objeto de numerosas películas y documentales, su imágen se vende en miles de establecimientos y desde hace más de 7 décadas es uno de las principales fuentes de ingreso de la industria turística escocesa. En otros lagos de Norteamérica o Escandinavia se han reportado otro tipo de gigantes acuáticos cuyos restos nunca han sido encontrados pero que han atraido mucho dinero promoviendo turismo e inversiones.

Cientos de personas aseguran haber visto en el lago Ness a un animal de cuerpo gigante y cuello largo. Esa es la característica de los plesiusarios, un reptil marino que emergió hace unos 200 millones de años. Nadie ha encontrado fósiles de dichas bestias que tengan una antiguedad menor a los 65 millones de añs, fecha en la cual desparecieron los dinosuarios y los grandes reptiles acuáticos y voladores.

Pese a que nunca se ha encontrado ningún resto de los huesos, la piel o los huevos de ‘Nessie’, muchos creen que es posible que en las oscuras, profundas y turbias aguas del Loch Ness pudiese haber sobrevivido un tipo de plesiusario. Dicho largo tiene más agua que la suma de todos los lagos de Inglaterra y Gales. Este es angosto pero su anchura es tal que casi va de costa a costa. Hace millones de años éste era parte de un estrecho marino que separaba a Escocia dividida en islas. Se especula que ‘Nessie’ pudiese haber sido un gigante marino que hubiese quedado atrapado cuando dicho corredor marino fue aislado y cercado por tierra.

Durante unos 150 millones de años los plesiusarios fueron los reyes del mar. Tenían 4 aletas que poddían mover en direcciones diferentes dándoles una maniobridad acuática nunca después repetida. El carnívoro más grande que jamás haya existido fue el liouplerodon quien fue parte de dicha familia. Este llegó a medir 25 metros de largo con afilados dientes de un tercio de metro, el doble que el de los tiranosaurios.

Ninguna denuncia ha sido hecha en sentido que algún humano o animal terrestre habría sido atacado por ‘Nessie’. Esto podría indicar que el mountsruo escocés solo comería peces. Mas, hasta los plesiusarios más pequeños tienen una filuda dentadura similar a la de sus parientes lejanos (los cocodrilos), los cuales atacan todo tipo de criaturas.

Diversas expediciones han sido hechas para dar con ‘Nessie’ a través de sonares o submarinos. Ninguna le ha hallado. La última búsqueda fue hecha por el científico Steve Leonard y la BBC. Esta cubrió todo el lago hasta sus 200 metros de profunidad y se basó en un equipo d ebarcos y satélites que rastreó cualquier bolsa de oxígeno mínimo que pudiese tener algún pulmón debajo del agua. Lo ‘unico que encontró fue un pequeño balón inflado escondido.

La posibilidad que ‘Nessie’ fuese una bestia escurridisa que se ocultase en alguna cueva submarina no es muy probable debido a que el suelo que rodea a dicho lago es d epioedra muy sólida y no apta para dar paso a grietas.

La existencia de un reptil acuático en el norte escocés genera nuevos cuestionamientos. Los reptiles tienen ‘sangre fría’ y por ello se les encuentra generalmente en los climas tropicales pero no así en las zonas polares o heladas. Mientras los mamíferos y aves pueden sobrevivir en zonas frías debido a que son capaces de consumir mucho más que los reptiles y generar ‘sangre caliente’, los reptiles y anfibios se mueven y comen menos, y requieren de calor y energía solar.

El Loch Ness queda en una zona que conoce de fuertes nevadas y hielos. Se especula que algunos grandes reptiles acuáticos hayan podido ir teniendo un metabolismo activo que les hubiese generado ‘sangre caliente’ capaz de permitir que naveguen en aguas polares. Mas, hoy en éstas sólo se encuentran mamíferos y aves.

Todo reptil acuático, ya sean los cocodrilos, o las iguanas, tortugas y serpientes marinas, deben ir a la tierra para depositar sus huevos, tomar sol o copular. Nunca se ha visto a ‘Nessie’ fuera del lago por lo que podría especularse que se trataría de un reptil que hubiese evolucionmado hasta ser totalmente acuático al punto de haber llegado a dar a luz sus crías vivas debajo del agua.

Sin embargo, la principal dificultad que hay para justificar la existencia de un reptil acuático en el Ness es el hecho que todas las grandes especies (mamíferos, aves, reptiles y anfibios) necesitan tomar regularmente oxígeno. Bestias que nunca salen del mar, como las ballenas, s even obligadas a emerger varias veces por hora para oxigenar sus pulmones. Una colonia de reptiles acuáticos por más pequeña que fuese y existiese en dicho lago necesitaría contar con un grupo de individuos que apareciesen cada X minutos a la superficie a fin de tomar aire. Avistarlos, fotografiarlos o capturarlos sería una tarea facil.

El hecho que nunca se haya dado ello elude toda posibilidad que ‘Nessie’ fuese un reptil o incluso un batracio gigante. Quedaría la posibilidad que s etratase de alguna forma de pez. Sin embargo, el tipo de fauna que hay en ese lago, así como la de otros lagos de Escandinavia o América donde se han divisado mounstruos, no permitiría una dieta para la sobrevivencia de gigantes.

‘Nessie’, antes que ser un remanente de la época de los dinosaurios, es un producto de la érpoca de los Ovnis. La primera ola de denuncias de personas que vieron un pleseiusario en dicho lago se dió poco después que se diera en los cines el film más espectacular de los inicios de los 1930s: King Kong. Allí aparecía un plesiusario que sería el arquetipo de subsiguientes avisoramientos en el Loch Ness.

Cualquier ilusión óptica o tronco era asociado a dicha bestia. El mito Nessie fue incentivado por una industria ávida de captar dinero y turistas. Este seguirá sobreviviendo aunque informes científicos conciensudos muestren la incongruencia de su existencia. El verdadero mounstruo oculta tras el Loch Ness es el de la superstición que rive para generar formas de lucro.