L LEVANTAMIENTO popular espontáneo que se inició en el sur
de Kirgistán llegó a la capital y produjo el derrocamiento
de Akayev, el único presidente que ha tenido este país desde
su independencia en 1991.
Kirgistán fue la primera de las 15 ex repúblicas soviéticas
en integrarse a la OMC y estaba considerada por EEUU como el más
'democrático', 'liberal' y pro-occidental de todos los 6 estados
musulmanes de la ex-URSS.
Tras Ucrania y Georgia ésta es la tercera revolución que
irrumpe recientemente contra elecciones fraudulentas. Mientras en los dos
primeros casos la sublevación no fue sangrienta y fue capitalizada
por caudillos pro-Bush, acá tenemos una insurrección más
espontánea y violenta. No hay una clara dirección y en la
revuelta actúan desde liberales hasta activistas que provienen del
Partido Comunista (que antes lideró la oposición), integristas
musulmanes y nacionalistas étnicos.
Esta revolución se da en un país donde Rusia y EEUU tienen
bases militares y choque de intereses, y donde hay frontera con China.
Kirgistán es un país pobre y apenas tiene 5 millones de habitantes,
pero se encuentra en medio de una zona estratégica (Asia Central).
Esta región está entre los 3 gigantes continentales (Rusia,
China e India), tiene mucha riqueza energética, bordea zonas de
guerra (como Afganistán y Cachemira) y está llena de tensiones
inter-étnicas así como de radicales islamistas.
El Asia Central es el reducto de varios de los regímenes más
autoritarios y represivos que provienen del fenecido bloque soviético.
La sublevación kirguisa podrá promover la desestabilización
de alguno de éstos.
*Isaac Bigio es analista internacional. Es columnista de
Correo,
La Opinión y
Noticias, los periódicos hispanos de mayor circulación en Perú, EE UU y Reino Unido. Ha obtenido grados y postgrados en historia y política económica en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, donde también ha enseñado Gobierno y Administración Pública en América Latina. E-mail:
bigio2004@yahoo.com. Web:
www.bigio.org