AS
NOTAS interiores de ‘Pusin'On’ nos
instan a no juzgar el disco como un producto retro
de revisionismo funk, y ponen como ejemplo el
hip hop, género que surgió hace
treinta años y al que nadie tacha de revivalista.
Totalmente de acuerdo. Gracias a la labor de sellos
como Desco o Daptone junto a DJ’s tan influyentes
como Keb Darge, el funk está absolutamente
vigente, y su poder ‘contaminante’
hacia otros estilos, en especial la electrónica,
está dando lugar a nuevos hallazgos sonoros.
No extraña pues que Will Holland, un inquieto
‘diyei’, compositor, productor y multi-instrumentista
británico de 25 años, no haya escapado
a un influjo que ha llegado hasta su Brighton
natal. Familiarizado con samplers y secuenciadores
en sus producciones hip hop, downtempo, trip hop
o ‘R’n’B’ para sus discos
unipersonales firmados como Quantic, este estajanovista
de la música ha creado un proyecto paralelo
puramente orgánico, ‘humano’,
que ha bautizado con el nombre de Quantic Soul
Orchestra, cuya segunda entrega tenemos ahora
en nuestras manos. Como incansable investigador
del funk, nuestro hombre ha ideado un disco que
exuda ritmos carnosos y abrasivos, auténticos
bombazos rítmicos firmados en su mayoría
por él a excepción de ‘Get
a move on’ y el clásico ‘Feeling
good’, interpretado de forma magistral por
Alice Russel, quien pone su poderío vocal
al servicio del grupo en otros cuatro temas. Excelentes
músicos de estudio al servicio de un concepto
musical abierto con temas como el cinematográfico
‘The conspirador (Main theme)’ y el
orquestado a lo Percy Faith ‘Paintings and
journeys’. Discazo.
|