L
CUARTO disco del matrimonio de psicólogos
de Montpellier es un efectista y efectivo combinado
de ritmos programados y hard-rock, de música
de baile e instrumentos reales tocados por músicos
‘de verdad’ pensado para su posterior
puesta en escena en directo, uno de los fuertes
de los franceses. En definitiva, hablamos de electrónica
con alma, aunque esta esté perturbada.
Buscando un concepto al disco, nuestros doctores
hacen desfilar a una nutrida nómina de
cantantes invitados (Mark Gardener, ex de The
Ride, Nuutti Kataja, de Dead Combo, Bnaan, de
The Infadels o Dominique Keegan, de The Glass,
entre otros) para que confiesen sus psicopatías
mediante delirantes letras interpretadas de forma
explícita con la inestimable ayuda de los
airados guitarrazos que saturan el disco. Fotocopias
del sonido de AC/DC (‘Bitch’) o Depeche
Mode (‘Pleasure and pain’), calcos
de la fórmula de LCD Soundsysten (‘Cubiele’),
samplers de Spirit - en concreto del clásico
‘Fresh-garbage’- mezclados con guitarras
industriales (‘Fucky, funky music’)
o disco-funk ochenteno fundido con acordes que
suenan a Smashing Pumkins, es lo que podréis
encontrar en el cuarto disco de la pareja ultracool.
El reciclado de material para alimentar el ‘house
con guitarras’, que es como han definido
su sonido, funciona en la pista y en directo,
pero hay que relativizar su valor, pues estamos
ante un pastiche, por muy logrado que éste
resulte, hecho con material demasiado obvio.
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