Sábado, 20 de marzo de 2004

COLABORACIONES | Crítica de Cine
Proteger, servir y encubrir
por Gabriel del Valle*

Ya se ha estrenado Dark Blue. Historia sacada de un libro de James Ellroy (L.A. Confidential) y guión de David Ayer (Training Day).

Este thriller policial, dirigido por Ron Shelton, cuenta con actores de la talla de Kurt Russell (aquí, a diferencia de la mayoría de sus papeles, no le veremos interpretando al héroe sino de policía corrupto) y el corpulento actor de color Ving Rhames. Junto a ellos, otros dos más jóvenes, y no tan conocidos, como la actriz Michael Michele y Scott Speedman (el cual se redime un poco con este trabajo después del fiasco de Underworld). Completa el reparto de protagonistas el irlandés Brendan Gleeson.

El filme tiene dos puntos en los que destaca: primero, además de mostrar el problema de la corrupción policial, ahonda en su psicología y orígenes, como cuando el veterano policía, interpretado por Russell, habla del parecido con su padre: "desciendo de una larga estirpe de pistoleros y doy gracias de haber estado demasiado ocupado como para haber dejado a mi hijo el legado de mi padre y mi abuelo". De esta manera se realizan oscuras miradas al pasado, pero de manera sutil, sin necesidad de utilizar continuos flash-backs. Por otro lado la acción se desarrolla durante el juicio a los agentes que golpearon a Rodney King, eso le da una doble perspectiva a la acción. Podremos observar cierta similitud entre el estado de la ciudad de Los Angeles (la cual acabó en llamas por los disturbios raciales) y la situación de los protagonistas.

La fotografía, cámara, guión, todo muestra una dirección magnifica. Lo único que se echa de menos es la banda sonora, que apenas destaca, y que sin duda podía haber dado más impacto a las escenas. Tanto las actuaciones como los personajes están cargados de tensión y resultan muy creíbles, profundizando en las relaciones dentro de la policía, en especial una tan conflictiva como la de Los Angeles. No podía ser menos tratándose de una historia en la que se encuentran implicados James Ellroy y David Ayer. Ambos brillantes como sin duda han demostrado, uno en las paginas de los libros y otro en el celuloide.

Los orígenes de estas realidades sociales se encuentran en películas como Sed de Mal de Orson Welles (1958), y luego vinieron Serpico, Distrito 34, Asuntos Sucios, y así hasta llegar a Dark Blue que nos ofrece una visión más actual. Quizás no sea una obra maestra pero sin duda es un trabajo bastante bueno, que hará las delicias de los amantes de este tipo de género.

Una curiosidad: en América Dark Blue se estrenó en el 2002, en cambio en España se ha tenido que esperar hasta el 2004. Una pena que sólo lleguen pronto a las pantallas tomaduras de pelo como las secuelas de Matrix, mientras hay que esperar para ver otras mucho más dignas.


*Gabriel del Valle es periodista.

 

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