Sábado, 3 de julio de 2004

COLABORACIONES
Lo real
por JOSÉ REPISO MOYANO*

Lo real es lo que existe, pero no aquello que deforma o niega al mismo tiempo lo que existe. ¿Es, por ello, real el psiquismo humano? Por supuesto, como actividad que es, aunque no todo el contenido que propone conceptualmente, puesto que puede ir contra la realidad. Por ejemplo: Si el psiquismo dice "existe la inexistencia", el decirlo existe -su acto del decirlo-; no ya el contenido, porque sencillamente no es contenido real.

Toda actividad es real - la actividad de la fantasía misma - al ser acto o acción, incluso desde una voluntad. El amor existe porque actúa a través de un ser vivo, igualmente el odio, la fantasía o la mentira; pero a veces el contenido no es real como en "Yo amo la muerte que he tenido". El autor de esa frase podría bien aclarar que es real que ama porque todo ser vivo ama, pero no es real a quien ama. Aplicando esto a todas las frases: Es real que se dice, pero puede o no puede ser real lo que se dice.

Alguno pudiera contraponerle a la razón, en fin, lo de "¿qué es lo que existe?"; cuya respuesta sería: "pues lo que es real y el concepto que no es real, pero, si es lo real, no es real al mismo tiempo deformando o negando su realidad". Por ejemplo: Si el psiquismo dice "es real lo irreal", el decirlo es real -su acto del decirlo-; no ya el contenido, porque sencillamente no es contenido existente, aunque exista conceptualmente.

La diferencia entre existencia y realidad en seguida se deduce: existe todo lo que se quiera conceptualmente, pero no es real todo lo que se quiera o se diga -lo dicho siempre es a través del concepto-. La "existencia real" no es la que corresponde a un concepto, sino a un concepto real en su contenido. Cuando una persona dice "Yo amo a Carmen, la amo" es real si la acción se realiza, se actúa realmente amándola porque, entretanto, sólo tiene efectividad física o real en la persona amadora; pero a esa efectividad no le corresponde su causa física o real, sino una conceptual o idealizante: la ama conceptualmente, aunque eso tenga sus efectos -en ella misma-. Se entendería mejor con esta otra frase: "Yo mato a Pedro" es real cuando la acción se realiza, se actúa realmente matándolo porque, entretanto, sólo es una intención, con un claro incumplimiento de la acción.

El psiquismo -de cualquier ser vivo- conlleva efectos físicos y su misma actividad es la causa física; por eso es real. Sin embargo, puede desear, se involucra en intenciones, en acciones aún no realizadas; pero... las desea, actúa por lograrlo, por lograr una realidad: no actúa ya con esa realidad, no actúa ya con la causa física de esa realidad. Entonces se ama por deseo, por ansiedad de que llegue una realidad que aún no es, que aún no existe como real. He ahí la importancia de la causa real y, aún más, de la realidad en toda su acción real.

Amar a Urano como intención, sí, es verdad; pero no es real. Se ama lo que se quiera, incluso al futuro se puede amar, Bush puede amar a todos los soldados norteamericanos y a todos los iraquíes que han muerto, otro puede amar a las sardinas voladoras, otro a Baudelaire, etc., y es verdad, como intención. Bien que la intención es bonita, pero a veces puede prepararse el psiquismo en el contexto no coherente de la realidad, con recursos o justificaciones erróneas, por lo que la semilla de la intención así se encuentra podrida con respecto a la coherencia de la realidad, aunque para el que la proyecte la vea salubre en confusión o paranoia.


*José Repiso Moyano es escritor.

 

© Copyright elojocritico digital
www.elojocritico.tk