Lunes, 5 de julio de 2004

COLABORACIONES | Análisis internacional
El Imán de Hussein
por Isaac Bigio*

Saddam ha respondido desafiante, pues quiere convertirse en símbolo de la resistencia o, en el peor de los casos, en un mártir.

Su precedente es otro Hussein, quien es adorado por el grueso de la población de Iraq e Irán. El Imán Hussein hace 13 siglos fue despedazado vivo por el califato sunnita. Su martirologio sirvió para potenciar al ala chiita del Islam y hoy es celebrado por unos 100 millones de sus correligionarios en todo el mundo, quienes lo pintan con una barba y tez similares a las de Jesús.

Saddam quiere eludir su responsabilidad en sus asesinatos en masa aduciendo que él es una víctima del mayor criminal de guerra: Bush.

Si las nuevas autoridades iraquíes lo ejecutasen, corren el riesgo de convertirlo en un imán que atraiga más insurgentes. Blair quiere evitar eso y por ello preferiría usar el juicio para irlo desmoralizando o distraer a la opinión pública.


*Isaac Bigio es analista internacional. Es columnista de Correo, La Opinión y Noticias, los periódicos hispanos de mayor circulación en Perú, EE UU y Reino Unido. Ha obtenido grados y postgrados en historia y política económica en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, donde también ha enseñado Gobierno y Administración Pública en América Latina. E-mail: bigio2004@yahoo.com. Web: www.bigio.org

 

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