Viernes, 8 de octubre de 2004

Guión: Keith Giffen y Hans Radionof. Dibujo y color: Enrique Breccia Editorial: Norma Editorial Colección Vértigo: 261 Edición USA: Lovecraft HC. Formato: cartoné con sobrecubierta 17 x 26 cms. 144 Páginas, pvp 18 € Valoración: * * * * ¿?

Keith Giffen nos brinda una maravillosa adaptación del guión de Hans Radionof, sobre uno de los escritores más importantes del siglo pasado de historias extrañas de fantasía, Howard Phyllips Lovecraft. Un álbum que nos cuenta la biografía del autor, desde su niñez (marcada por la educación de su madre) hasta su madurez como escritor. Poco a poco se nos van revelando sus fantasías hasta un punto, que le conducirán a un estado de locura sin retorno en su vida. Toda una experiencia reflejada con el buen saber hacer de un guionista de renombre, con títulos tan importantes como la JLA o la Legión de Superhéroes.

En el apartado gráfico tenemos a Enrique Breccia (Buenos Aires 1945), un maestro del dibujo que heredo de su padre Alberto, toda su capacidad para plasmar las imágenes más maravillosas dentro del mundo de la historieta. Aquí en España es conocido por uno de sus trabajos más aclamados internacionalmente, Alvar Mayor, con guiones de Carlos Trillo. Pero centrándonos en éste Lovecraft, diremos que su trabajo esta lleno de una imaginación desbordante, con viñetas de un preciosismo increíble, el lector quedará absolutamente extasiado ante tal despliegue de talento y recursos pictóricos, en un guión embriagador.

Actualmente Enrique Breccia ha estado colaborando en la nueva serie regular de Swamp Thing, con guiones de Andy Diggle para el sello Vertigo de DC Comics (que muy pronto podremos ver también editado por estos lares a cargo de Norma Editorial). Una vez más muestra todo su talento con uno de los personajes más emblemáticos de los años ochenta que encumbró en el noveno arte el Sr. Alan Moore.

Sinceramente, podemos decir que Lovecraft es un autentico prodigio de narración y belleza plástica que el lector de cómics disfrutará en toda su esencia. Sin duda una obra que debe estar en un tebeoteca.