Miércoles, 13 de octubre de 2004

En el 2000 Bush perdió las elecciones, pero el Colegio Electoral le dio la Presidencia gracias a ganar en Florida con apenas 537 votos de diferencia. Los demócratas lo acusaron de haber buscado evitar que muchos afroamericanos fuesen a votar. En cambio, los republicanos alentaron otra minoría étnica para que los apoye masivamente: el de los 450,000 cubanos exiliados. Esta es la única emigración latina que tradicionalmente Washington ha tratado con benevolencia. El 82% de los votos cubanoamericanos fueron para el hermano del gobernador del Estado: George W. Bush.

Hoy la situación viene cambiando. Los anticastristas históricos o más duros ya no tienen la misma audiencia de antes. Hay voces que piden cambiar la tradicional hostilidad hacia Fidel con una política de presiones a fin de que la isla se vaya abriendo hacia el liberalismo económico y político.

Kerry tendría una amplia preferencia dentro de los cubano-americanos jóvenes o los emigrados de hace 25 años. Si los demócratas lograsen disminuir la ventaja bushista dentro de dicha comunidad podrían anhelar ganar en el Estado que les quitó el triunfo hace cuatro años.