Miércoles, 11 de septiembre de 2002

COLABORACIONES
Matanzas en Afganistán
por Isaac Bigio*

A un año del 11 de septiembre aún no se puede cuantificar el número de inocentes muertos en el ataque occidental sobre Afganistàn. Las investigaciones más moderadas indican que la cantidad de civiles muertos bajo bombardeo estadounidense es mayor en Afganistán que en Kosovo. The Guardian, el prestigioso diario inglés, ha reproducido un informe donde se sugiere que más bajas civiles se habrían dado en Afganistán tras los bombardeos norteamericanos que en Norteamérica con el macro-atentado fundamentalista.

Los EEUU habrían agotado casi todas sus "bombas inteligentes". Utilizaron el arma más cercana a una bomba nuclear (los "deshojadores de margaritas") que destruye toda vida en medio kilómetro a la redonda. Muchos niños, mujeres y ancianos fueron víctimas de dichas tecnologías. Algunos caudillos militares ajustaban cuentas con tribus vecinas acusándoles de "talibanes" para que aviones occidentales les atacasen. En Julio más de medio centenar de asistentes a una boda murieron cuando los bombarderos estadounidenses creyeron que las celebraciones nupciales equivalían a disparos binlandistas.

La Organización No Gubernamental norteamericana Médicos por los Derechos Humanos y el semanario Newsweek denuncian una masacre perpetuada contra muchos de los 3.000 talibanes que se rindieron en Kunduz. Más de mil de ellos fueron sofocados vivos en camiones. Sin agua, comida o aire para respirar los prisioneros desesperados trataban de sobrevivir ingiriendo el sudor o las excrecencias de sus camaradas. Quienes perpetraron dicho crimen están en el actual gobierno de Kabul y hace 5 años hicieron algo similar cuando ocuparon la ciudad de Mazar I-Sharif. Entonces pusieron 1.250 talibanes en camiones que colocaron en el desierto para ser tostados vivos bajo el sol.

En el tropical Guantánamo hay casi 600 prisioneros provenientes de las montañas afganas. Lejos de su ambiente y cultura, sin abogados, sin juicios y aislados unos de otros en pequeñas celdas algunos de ellos han tratado de suicidarse. Washington, que pregona querer dar lecciones de democracia, es acusada internacionalmente por no sujetarse plenamente a los acuerdos de Ginebra para prisioneros de guerra.Mientras tanto se mantienen impunes crímenes de guerra cometidos por fuerzas occidentales o aliadas, pese a las denuncias de diversos medios europeos y norteamericanos.


*Isaac Bigio es investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences (LSE).

 

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