N ESTA novela por la que deambulan detectives turbios, millonarios
acomplejados, abogados adictos a los opiáceos y pintores egocéntricos,
nada es lo que parece, y vender un cuadro robado en el mercado negro puede
resultar muy lucrativo o conducirte a la muerte. Pero hay veces en que
los trastornos interiores se convierten en peores enemigos que una pistola
italiana a punto de disparar.
Las confesiones íntimas de un timador joven, sentimental, inseguro
y con una inevitable tendencia al surrealismo vital conforman esta obra
irónica, escrita con una prosa vivaz, elemento imprescindible del
magnífico retrato que la novela nos da de su protagonista y narrador.
Tras su muy premiada primera novela, Mala suerte (Lengua de Trapo,
2003), López López confirma a Juan Aparicio-Belmonte
como un novelista original, referente de un género adorado por los
lectores de nuestro país: la novela negra en clave de comedia.