Semana del 9 al 15 de julio de 2001 (Número 7)

Zidane: inversión interesante, pero error deportivo

MATÍAS COBO
Que Zidane es un jugador cuya valía y técnica son indudables no es discutible. Ahí están su palmáres —un Mundial y una Eurocopa con Francia, entre otros títulos— y su probada calidad, refrendada por premios como el Balón de Oro. Pero, pagar más de 13.000 millones por un futbolista cercano a los 30 años, ¿es lógico? Si ya la cifra es excesiva para cualquier otro jugador, aunque sea insultantemente joven, creo que lo es aún más en el caso del centrocampista francés. "Zizou", como le apodan en Francia, es un jugador que puede contar aún con mucho fútbol en sus botas, pero no hay que llamarse a engaño: su carrera, a partir de ahora, inicia el declive debido a los imperativos de la edad. Otra cosa muy distinta es la segunda intención, la ajena a la parcela deportiva, que Florentino tenga con este fichaje. La gestión de los derechos de imagen del francés puede suponer unos ingresos atípicos incalculables. Muchos periodistas deportivos, en las tertulias radiofónicas, ya prevén que, en su primer año de blanco, Zidane pueda aportar unos ingresos que doblen el valor de la ficha que éste percibirá (unos 1.300 millones).

Sin embargo, no hemos de olvidar que el fútbol, aunque cada día está más próximo al mundo empresarial y al de la gestión, no deja de ser un deporte. Un deporte, además, en el que la importancia de la resistencia física es rampante. Con ese dinero, y a pesar de que hoy se manejan cifras disparatadas más propias de la NBA, se podría haber fichado, al menos, a dos futbolistas de clase para reforzar otras líneas del equipo. Por ejemplo, la defensa del Madrid continúa siendo ese talón de Aquilés de un equipo que anda sobrado en el ataque. Y el banquillo del conjunto de Chamartín prosigue con alguna que otra laguna. Por tanto, desde un punto de vista prospectivo, no me parece acertada la apuesta del equipo técnico. Preferible hubiese sido buscar en mercados más vírgenes e intentar "cazar" un talento en ciernes. Infinitamente más barato seguro que hubiese sido.

Pero tampoco puedo deslindar este fichaje de su evidente valor económico. Los derechos de imagen del futbolista serán gestionados directamente por el Real Madrid, ya que ésta es una política que el club quiere hacer extensiva a toda la plantilla. Así, los directivos, al parecer, ya deben estar haciendo cábalas y frotándose las manos con los jugosos ingresos que puede suponer la estrella gala. De hecho, ya se ha comentado que sólo la rueda de prensa de presentación del centrocampista podría reportarle al Madrid unos 250 millones. Asimismo, la ya importante proyección internacional del club puede verse notablemente sobredimensionada con la presencia de este mago del balón. A priori no parece que esto guarde relación con un incremento de ingresos, pero a largo plazo sí que puede abrir muchas puertas. Por ejemplo, en África se hace un seguimiento muy especial a Zidane debido a que éste tiene sus orígenes en este continente. Con vistas a abrir una escuela de futbolistas allí, éste podría ser un punto de apoyo importante. No obstante, al margen de estas disquisiciones, lo deseable será que todos los aficionados españoles podamos disfrutar con el juego de Zidane en una liga más propicia a sus características.


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