por JOSÉ REPISO MOYANO*
Los conceptos subjetivos
A BELLEZA, el éxito, la cultura, la política, por ejemplo, son conceptos subjetivos; es decir, que dependen de una medida o de una meta propuesta. Así, cuando queremos medir estos conceptos no decimos en concreto algo, mucho, suficiente, bastante o necesario, sino decimos "es relativo", "esto es
relativo". No obstante, si algo es relativo tendría que serlo siempre, racionalmente. Sin
embargo, decirle a Ángel Nieto "Tu éxito ha sido relativo" es incorrecto,
irracional; pues, si el éxito fuese relativo, sería admisible y racional decirle eso, y
no es así, al cuestionarle "su éxito". Por igual, si el amor fuese relativo,
tendría que ser admisible y racional decirle a Vicente Ferrer "Tu amor ha sido relativo", y
no es así, al cuestionarle "su amor".
Con poco de reflexión estas respuestas son inapropiadas, que no llegan a
concretar algo, que no llegan a informar de un contenido mínimo. O dicho aún
más claro, si a mi perro que ha sido envenenado, ya en su convalecencia por
vencer a la muerte y que lo ha logrado bien, le dijese "Tu éxito por vencer a la
muerte ha sido relativo", no sería correcto, y más cuando se ha recuperado del
todo. Así, queda demostrado que el éxito no es relativo.
Ningún concepto subjetivo es relativo, porque sencillamente, racionalmente o
científicamente si una cosa es relativa -es decir, no absoluta- debe serlo
siempre y no pasarse como un tonto por su casa de relativo a absoluto y viceversa
cada dos por tres. Dicho aún más claro, si se demuestra que el tiempo es relativo
deberá ser el tiempo relativo para siempre -de lo contrario no existe
demostración-. Dicho aún más claro, si se demuestra que un ser humano es un ser
vivo, esa verdad debe ser para siempre -de lo contrario no existe demostración-.
Ningún concepto subjetivo es objetivable y, por eso, es sólo subjetivo; es
decir, que cada cual lo vive absolutamente a su manera -persiguiendo "su
ideal"-, y no de una manera fija para todos, aunque compartan algunos aspectos.
Algo distinto pasa con los conceptos objetivos, únicos para todos: somos
seres vivos, los cuerpos tienen una atracción entre sí -la fuerza de la gravedad-,
yo escribo esto, su madre le parió y miles de cosas que son absolutas con un
punto de referencia o con cinco. Sí, los puntos de referencia son bases de lo
que le ha ocurrido o lo que le ha hecho a una cosa, pero es tan metafísico esto
extendiéndose hacia atrás que pueden ser miles y miles. No obstante, es muy
preciso diferenciar dos tipos: puntos de referencia de los conceptos
subjetivos -que pueden ser infinitos e imaginarios- y puntos de referencia de los
conceptos objetivos -que son los que son.
A veces, cuando se hace una pregunta que tiene muchas respuestas, sólo
se contesto con "Eso es muy relativo"; pero no con "Concrete su pregunta",
"Concrete en lo que realmente quiere" o "Dependerá de lo realmente de-
sea". A veces, cuando se hace una pregunta cuya respuesta se desconoce
descansa decir "Esto es muy relativo" en vez de decir "Hay que averiguarlo"
o "Aún no se sabe"; por ejemplo, ¿cómo será la Tierra dentro de un millón
de años?. A veces de hace una pregunta inapropiada como ¿cuándo muere
un ser humano?, no concretando si se habla de la muerte cerebral o celular.
A veces se hace una pregunta sobre algo que no existe o es inescrutable.
En fin, el recurso fácil de "es relativo" es irracional, no conlleva sino un
pasmo, una provocación gratuita o una carcajada. Algunos se escudan en que lo
dijo Einstein; pero no dijo eso ni mucho menos, ya que todo lo que dijo lo
basó en conceptos absolutos: el movimiento, la constancia de la velocidad
de la luz, la absoluta indestrucción de la energía, etc.
Nunca he objetado al adverbio "relativamente" -como opción libre de cada
parecer o imaginación-. También, debo señalar que algunos dicen que no
están seguros de nada para confundir; pero seguro que cuando se tiran a
la piscina aseguran -muy bien asegurado- que tenga agua. ¿A que sí?
Menos hipocresía.
*José Repiso Moyano es escritor.
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