OS PAÍSES Bajos son, como su nombre lo indica, un territorio que está por debajo del nivel del mar. Si Holanda ha sabido conquistarle terreno al mar y sobrevivir en una zona sin maremotos, ahora ha sufrido un tsunami electoral.

Los primeros resultados de las eleccions holandesas demuestran que el gran perdedor han sido los tres partidos del gobierno de la coalición 'violeta' quienes han visto que entre la mitad y la tercera parte de su anterior electorado les dió la espalda. El laborismo (PvdA) del premier Kok pierde y sus socios liberals (VVD) habrían quedado con 24 escaños cada uno (de los 150 que componen el parlamento). El tercer socio, el centro-derechista D66, se habría reducido de 14 a 8 curules.

La Lista Fortuyn, un movimiento hostil al islam, sin programa y liderada por un difunto, ha dado la sopresa al empatar en el segundo lugar consiguiendo 24 parlamentarios.

El desplome del cogobierno entre la izquierda y la derecha moderadas ha beneficiado a la Democracia Cristiana, quien salta de 29 a 41 bancadas y con eso ha de convertirse en el je de un nuevo gobierno.

La izquierda ha crecido. La mayor sorepresa la ha mostrado el Partido Socialista, quien al igual que los trotskistas franceses, duplicó su votación denunciando al laborismo por pribvatizar y aplicar medidas neo-liberales.

La trndencia que muestra Holanda es que en Europa la centro izquierda viene perdiendo terreno. Por la derecha pierden piso ante partidos que promueven restringir el gasto social, incrementar la represión policial contra el crimen y reducir el flujo de inmigrantes. Por la izquierda pierden terreno ante partidos que les acusan de no proteger el medio ambiente o los derechos de los trabajadores y los inmigrantes.