AS ELECCIONES holandesas del 15 de mayo han conmocionado a Europa. La socialdemocracia ha sufrido una de sus mayores derrotas. El social-cristiano Jan Peter Balkenende, quien se ufana de ser el 'Harry Potter' holandés (por su extraordinario parecido al personaje de dicho film), apunta a ser el nuevo primer ministro.

La Democracia Cristiana, que estuvo en todos los gobiernos holandeses desde el fin de la segunda guerra mundial hasta 1994, cuando el laborismo les depuso, ha vuelto a ser el partido mayoritario. El laborismo perdió casi la mitad de su votación. Pasó de tener 45 de los 150 parlamentarios a solo retener 23. Sus rivales demo-cristianos, en cambio, subieron de 29 a 43 escaños.

Mas, la victoria derechista no se ha debido a algún truco de magia, sino al desgaste de la coalición de centro timoneada por el laborismo. Al igual que en Dinamarca, Austria, Italia y Francia la socialdemocracia es obligada a salir del gobierno debido al incremento de los votos de partidos populistas anti-inmigrantes.

En Holanda la expresión de esta nueva extrema derecha es la Lista Pim Fortuyn. Esta es la primera vez que en la Unión Europea una lista improvisada de desconocidos sin ninguna experiencia parlamentaria llega a sacar más votos que el oficialismo.

Si para el 5 de mayo millones de franceses fueron a manifestarse y luego a votar contra Le Pen, el asesinato del líder de la ultra-derecha holandesa realizado al día siguiente, cambió radicalmente el panorama. Los ultra-nacionalistas aparecieron como las víctimas. El eje del debate electoral holandés se transformó nuevamente en la figura y las propuestas anti-inmigratorias del caudillo de la extrema derecha. Si en Francia, el presidente derechista Jacques Chirac movilizó al resto de los partidos contra los xenófobos, en Holanda pasó un fenómeno opuesto. La condolencia por el asesinado generó una ola masiva de simpatía.

Es mas, de una manera involuntaria todos los partidos hacían propaganda por Pim Fortuyn. En la medida que todos los anuncios electorales debían estar cubiertos, el manto negro sobre ellos evidenciaba la presencia del candidato que había sido batido con seis tiros.

El fortuynismo implica una nueva ultra-derecha post-moderna que trata de captar adhesión popular separándose de la vieja ultra de orígen fascista, militarista o clerical. Esta nueva corriente anti-inmigratoria no se basa en alguna iglesia o en un grupos lúmpenes o de choque. Su líder ha sido el jefe político que abiertamente se enorgullecía de su condición de gay promiscuo que más lejos ha llegado en popularidad en el mundo. El número dos de la lista es un negro africano inmigrante y entre sus propuestas está el eliminar dos de los tres cuerpos armados. Su racismo se camufla en el manto cultural de rechazo a religiones 'atrasadas' y, a diferencia del fascismo tradicional, no es proteccionista, totalitario o colonialista, sino ultra-liberal.

Cabalgando sobre este triunfo y sobre el alcanzado en las elecciones sajonas del 22 de mayo la socialdemocracia germana quiere ganar los comicios del principal país europeo para remplazar a la socialdemocracia como el eje principal de la UE.