A LISTA Pim Fortuyn ha producido un significativo giro que va a trascender las fronteras holandesas.

Por primera vez dentro de las estables democracias industrializadas se produce el fenómeno de una improvisada lista de amateurs que llega a derrotar al oficialismo. Los fortuynistas tienen la fortuna de haber quedado segundos con 26 de los 150 parlamentarios. Ninguno de ellos tiene experiencia congresal o ministerial alguna. Casi todos son principiantes y virtuales desconocidos en la política.

Esta lista fue hecha en menos de 3 meses y carece de programa o estructura. Es mas, apenas se murió su jefe, el que juntó a todos e impuso su propio nombre y apellido como el único rótulo de la agrupación, se empezaron a dividir. El líder que siguió a Fortuyn debió renunciar dos días despúes de haber sido nominado y dos días antes de los comicios. Uno de sus nuevos legisladores está ligado a un negocio porno. Otro ha sido acusada por una ex-Miss Holanda, también candidata de la lista, de haberle querido abusar sexualmente.

El fortuynismo ha sido la versión holandesa en que se ha manifestado el creciente racismo que va campeando en muchos europeos disatisfechos con el centro político. Algo que atraía de esta lista era la tesis de Pim Fortuyn que Holanda ya está llena y que ningún musulmán debe entrar a su país. Mas, al mismo tiempo Fortuyn proponía medidas típicamente izquierdistas que ni si quiera la socialdemocracia se ha atrevido a formular como es la de ofrecer una amnistía a todos los inmigrantes ilegales. Ese eclecticismo puede ser manejado dentro de un movimiento uni-personal, pero cuando se muere el jefe indiscutible sera inevitable un desbande.

A pesar de ubicarse en la extrema derecha, Fortuyn se distanciaba del viejo fascismo que es proteccionista, totalitario y militarista. Su ultra-derechismo era un libertarianismo llevado al extremo. El pide reducción del estado y del gasto público, reducir los subsidios al millón de discapacitados y eliminar la aviación y el ejército.

Esta lista tan heterogénea tiene la clave para la composición del nuevo gobierno en medio del corazón europeo.

Todo indica que la reina Beatriz llamará a Jan Peter Balkenede, apodado el 'Harry Potter' de la Democracia Cristiana, para formar el nuevo gobierno. Este partido apenas controla 43 de los 150 parlamentarios. Necesita 33 bancadas que le apoyen. La fuerza que sería más proclive a coaligarse con ellos son los liberales de derecha del VVD (23 escaños). Estos y los social-liberales del D66 (7 curules), quienes estuvieron en la anterior alianza con los laboristas, no suman esa cifra mágica. Podría conseguir mayoría parlamanteria si se aliase con los laboristas que están a su izquierda pero ésto les impediría aplicar consistentemente su programa. Además, implicaría una mega-coalición de toda la partidocracia tradicional, contra la cual irrumpió exitósamente la Lista Fortuyn, la misma que podría seguir creciendo.

Si esta lista de advenedisos ultra-derechistas fue central en tumbar al laborismo, ahora lo será para formar un nuevo gobierno de la derecha. Si una eventual alianza entre los demo-cristianos y los liberales integrase a la Lista Fortuyn entonces se podría conseguir una sólida mayoría parlamentaria compuesta por 82 ú 89 de los 150 parlamentarios.

Esto le permitiría a la Democracia Cristiana poder ligarse a un sexto del electorado que quizo votar contra el establishment y poder ir asimilando a una lista difusa y confundida tras la muerte de su caudillo.

Mas, como sostiene el diario holandés Algemeen Dagblad esto transformará al partido oficial en un rehén del muerto. Pim con su desceso ha hecho que su figura y que muchas de sus ideas est> én de moda.

Balkenede ha empezado a lanzar tesis que no eran propias del bagaje histórico partidario. El propone ahora que los inmigrantes sea obligados a llevar cursos de 'holandización' , pide restricciones a las liberales leyes de consumo de drogas y es escéptico ante la eutanasia.

La derecha moderada holandese le pide a la Lista Fortuyn que 'civilice' su lenguaje y amenore su fobia anti-islámica. En retribución, el nuevo líder de esta formación, el masón Mat Herben, no atacó a la inmigración en su primer discurso como jefe del fortuynismo.

La victoria postmortem de Fortuyn ha implicado un significativo golpe a la tendencia anti-racista que estaba creciendo en Francia. Entre la primera y la segunda vuelta presidencial francesa millones salían a la scales y fueron a votar contra Le Pen. El primer crímen politico en Holanda en más de tres siglos alteró esa tendencia. La simpatía popular holandesa se volcó hacia la extrema derecha que venía de sufrir una paliza electoral en Francia.

El terremeto electoral holandés ha implicado que ahora diez gobiernos europeos estén en manos de la derecha y solo 5 con la socialdemocracia, cuando al final del milenio era lo inverso. Holanda apunta a ser el tercer país de la UE que integer a la ultra-derecha en un gobierno. Cuando Austria lo hizo se generó un escándalo internacional, el mismo que se amenoró cuando en Italia, miembro del grupo de los 8, se dió ministerios al MSI del 'post-fascista' Finni, abierto admirador del Duce Mussolini. Ahora la integración del fortuynismo en el gabinete holandés puede hacer que se vea como normal el que en los estados del primer mundo existan ultra-derechistas hostiles a los inmigrantes del tercer mundo.

La Lista de la Fortuna incentivará al crecimiento de la extrema derecha y al eventual desgaste de los gobiernos de centro-izquierda. Al final Tonny Blair podría quedar como el único sobreviviente de la 'tercera vía' aislado en una Europa conservadora.

Lo paradójico es que el avance de los populistas anti-inmigración está generando un efecto opuesto en la izquierda. La socialdemocracia que fue gobernando Europa aplicando políticas de menos impuestos, más privatizaciones, apoyo a las intervenciones militares estadounidenses y alianzas con la centro-derecha liberal, ahora siente que debe radicalizar su mensaje. El crecimiento de partidos a la izquierda de la socialdemocracia, como los trotskistas franceses y británicos, los socialistas holandeses y los verdes, y el enajenamiento que han marcado sobre su anterior base social obrera, están obligando a los derrotados socialdemócratas franceses a virar hacia posiciones de beligerancia contra el centro, la liberación d eprecios y las privatizaciones.

En suma, la fortuna de esta lista de desconocidos es que está coadyudando a empujar a Europa a la derecha y a fortalecer a la ultra anti-inmigratoria, al mismo tiempo que puede obligar a los derrotados socialistas a irse retirando del centro para querer reencontrarse con su anterior base social y sus tradicionales políticas de defensa del estado de bienestar social.