ESPECIAL: ANIVERSARIO DEL 11-S
por ISAAC BIGIO*
Matanzas en Afganistán
UN año del 11 de septiembre aún no se puede cuantificar el número de
inocentes muertos en el ataque occidental sobre Afganistàn. Las
investigaciones más moderadas indican que la cantidad de civiles muertos
bajo bombardeo estadounidense es mayor en Afganistán que en Kosovo. The
Guardian, el prestigioso diario inglés, ha reproducido un informe donde se
sugiere que más bajas civiles se habrían dado en Afganistán tras los
bombardeos norteamericanos que en Norteamérica con el macro-atentado
fundamentalista.
Los EEUU habrían agotado casi todas sus "bombas inteligentes". Utilizaron el
arma más cercana a una bomba nuclear (los "deshojadores de margaritas") que
destruye toda vida en medio kilómetro a la redonda. Muchos niños, mujeres y
ancianos fueron víctimas de dichas tecnologías. Algunos caudillos militares
ajustaban cuentas con tribus vecinas acusándoles de "talibanes" para que
aviones occidentales les atacasen. En Julio más de medio centenar de
asistentes a una boda murieron cuando los bombarderos estadounidenses
creyeron que las celebraciones nupciales equivalían a disparos binlandistas.
La Organización No Gubernamental norteamericana Médicos por los Derechos
Humanos y el semanario Newsweek denuncian una masacre perpetuada contra
muchos de los 3.000 talibanes que se rindieron en Kunduz. Más de mil de
ellos fueron sofocados vivos en camiones. Sin agua, comida o aire para
respirar los prisioneros desesperados trataban de sobrevivir ingiriendo el
sudor o las excrecencias de sus camaradas. Quienes perpetraron dicho crimen
están en el actual gobierno de Kabul y hace 5 años hicieron algo similar
cuando ocuparon la ciudad de Mazar I-Sharif. Entonces pusieron 1.250
talibanes en camiones que colocaron en el desierto para ser tostados vivos
bajo el sol.
En el tropical Guantánamo hay casi 600 prisioneros provenientes de las
montañas afganas. Lejos de su ambiente y cultura, sin abogados, sin juicios
y aislados unos de otros en pequeñas celdas algunos de ellos han tratado de
suicidarse. Washington, que pregona querer dar lecciones de democracia, es
acusada internacionalmente por no sujetarse plenamente a los acuerdos de
Ginebra para prisioneros de guerra.Mientras tanto se mantienen impunes
crímenes de guerra cometidos por fuerzas occidentales o aliadas, pese a las
denuncias de diversos medios europeos y norteamericanos.
*Isaac Bigio es investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences (LSE). Colabora en la BBC, El Comercio, La Opinión, CNI y otros medios.
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