por JOSÉ REPISO MOYANO*
Desde la realidad
ODO CAMBIA decimos y es cierto -si no, no existiría nada, pues
el quietismo es inexistencia-, debido a que tienen que existir
"formas de ser". Esto está bien claro, que las formas cambian;
por supuesto que sí, pero no los principios que las rigen. Así, en
el fondo, sigue el mismo fondo: todo tiene que ser por algo,
por algo que lo sustenta, por un porqué, por una regla que
dice que eso es.
Ser, una existencia cualquiera, significa ser... de algo, por algo...,
conformación, "estar" conformado. El ser está y, para estar,
tiene que adquirir obligatoriamente una forma. Asimismo, las
formas se perciben, pero con un entendimiento racional o no,
o sea, los principios se entienden.
Una sociedad, por ejemplo, ha de estar conformada de una
forma u otra; sin embargo, ahí, elegimos nosotros varios de
sus condicionantes, y eso es lo importante: el que imperen
ciertas voluntades que realmente mejoran para todos por
encima de otras.
Las cosas no necesitan prismas en lo fundamental por parte de
nosotros, sino el entenderlas y el reconocerlas -el "aceptarlas"
como hacen los animales-. Es decir, la materia prima de las
emociones es lo verdaderamente valioso, ya que emociones
no hay en un medio que no las permite. Luego habrá que
entender la reglas sociales que equivocadamente lo han
desequilibrado. Un niño posee realmente emociones de protección siempre que
realmente posee una "familia" que se las imbuye.
Una vez ratificado -o entendido- el medio que nos hace, sí, cada
cual seguirá con sus estados de ánimo y con sus prismas -que
son necesarios para un carácter, para un intimidad, para una
felicidad-; pero no se pueden mezclar con lo anterior para que
la realidad sea eludible, porque siempre se intenta confundir
para que sea del beneficio de unos pocos.
El único camino para conocer las carencias de una realidad es
entender esa realidad en sus mismas reglas para que aportemos
nosotros las nuestras, conforme a eso, conforme a ese
entendimiento. Por ello, no se puede eludir la realidad de prisa
con fórmulas psicológicas o con tópicos, sino apreciarla siempre
relevante, como base que es de todo, porque el que quiera
un sólo punto de apoyo tendrá que recurrir a ella; y también
el que quiera percibir algo de realidad tendrá que recurrir a
ella, o el que quiera percibir más realidad tendrá que recurrir
a ella.
No percibimos primeramente la inexistencia, sino la existencia.
No percibimos primeramente la irrealidad, sino la realidad;
entonces, ¿por qué los seres humanos se complican tanto?,
¿por qué quieren ser tan retorcidos?
*José Repiso Moyano es escritor.
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