CRISIS DE IRAK
por ISAAC BIGIO*
Guerra
AS POTENCIAS anglo-parlantes irán a la guerra que
menos apoyo interno e internacional hayan librado.
Sólo 2 de los restantes 13 miembros del consejo de
seguridad les garantizaron soporte. Reacios a la
guerra están los 4 poderes continentales
euroasiáticos, la mayoría de los países, muchos de sus
aliados tradicionales y el grueso de la opinión
pública internacional. Esta podrá ser declarada
ilegal; las inevitables muertes de civiles iraquíes
conllevarán a que se acuse a los líderes atacantes en
la corte penal internacional.
Bush y Blair anhelan una guerra rápida, con pocas
bajas y marchando sobre masivas rendiciones de tropas
iraquíes. Ansían ser recibidos como ‘liberadores’ y
así poder legitimarse. Controlando Bagdad podrían
aminorarse la dependencia del petróleo saudita,
abaratar el precio internacional del crudo y tener más
acceso a los principales yacimientos del Caspio y el
Pérsico. Washington calcula que se podría ir
‘liberalizando’ Irán y las petro-monarquías árabes y
que se obligaría a los palestinos a aceptar una suerte
de estado. La confrontación militar contra Hussein es
también una guerra de posiciones frente a la ‘vieja
Europa’ y Naciones Unidas. Al principal foro global de
países y al resto de potencias el mensaje es claro:
vivimos en un mundo hegemonizado por una
hiper-potencia, la misma que está por encima de toda
instancia y que tiene la potestad de salvaguardar los
frutos de su victoria en la guerra fría. A los
antiguos imperios ultramarinos portugués, español y
británico se les ofrece la posibilidad de
revitalizarse siguiéndole.
Francia, Alemania, Rusia y China temen el fin del
equilibrio mundial basado en la multi-polaridad y por
que se provoque violencia y protestas populares.
Hussein apuntará a resistir en guerras urbanas o
provocando a Israel. Si la guerra se demora y es
sangrienta podrían socavarse algunos de los gobiernos
atacantes.
Blair pasa por su mayor crisis y podría acabar
cayendo. Robin Cook, líder de la Casa de los Comunes
ha renunciado al gabinete. Entre un tercio y la mitad
de los parlamentarios laboristas se aprestan a votar
contra su gobierno en la mayor rebelión parlamentaria
oficialista de la historia británica.
*Isaac Bigio es investigador y profesor de la London School of Economics & Political Sciences (LSE). Colabora en la BBC, El Comercio, La Opinión, CNI y otros medios.
|